THOMAS MANN Y SU RELACIÓN CON LA ALEMANIA NACIONALSOCIALISTA: LA HUMANIZACIÓN DE UN MITO
(Universidad de A Coruña, 24-04-2013, XI Xornadas Literarias 2013: Thomas Mann, Conferencia Inaugural)
Tengo el placer de ser yo quien inaugure estas Xornadas Literarias sobre este gran autor universal de origen alemán, que es Thomas Mann. Este honor debo agradecérselo a la Facultade de Humanidades e Documentacion da UDC y a la Biblioteca Municipal de Neda, que me han ofrecido la palabra, y el especial honor de la palabra inaugural. Por ello les doy las gracias, como se las doy asimismo a ustedes por acompañarnos hoy y prestar su oído crítico a esta conferencia.
[2]
, no se ha hecho sin embargo en España[4]
-, nos revelan rasgos de su carácter que no se reflejan en sus obras de ficción. De modo que aprovecho el impulso que en 1987 diera el propio Marcel Reich-Ranicki con su magnífico ensayo Thomas Mann und die Seinen (Thomas Mann y los suyos), así como los Diarios de Thomas Mann, que he releído ahora en busca específica de las pistas en las que he querido basar sobre todo esta conferencia: a saber la vocación de Thomas Mann para la representación –en la acepción más amplia del término- y su relación con el nacionalsocialismo, y haré alguna que otra incursión en sus ensayos y discursos para contrastar y apoyar mi argumentación.
Como su ser entero aspiraba a la fama, pronto se reveló […] maduro y apto para incidir sobre el público gracias al carácter resuelto y a la personal enjundia de su entonación. Siendo aún estudiante de bachillerato ya tenía un nombre. Diez años después había aprendido, desde su escritorio, a representar el papel de hombre importante, a administrar su fama […].
[6]
: […] desde hace tiempo veo personificado en mí y en mi hermano el sino de Alemania’ […].
[8]
[10]
Y cuando un periódico del Tercer Reich se refiere a Wassermann como a uno de los escritores mejor considerados de la Alemaniade noviembre[12]
[14]
[16]
. ¿A qué se debía esta invectiva generalizada contra los judíos? Curiosamente en 1907 Thomas Mann había dicho de los judíos:
[18]
Y por si fuera poco Reich-Ranicki le da otra vuelta de tuerca a su argumentación recordándonos que
[20]
, si bien sus diarios dan en general testimonio de su aversión, su repulsa y su condena.
[22]
Y si bien la evolución de los acontecimientos le obligó a cambiar de opinión y a apostar por la democracia, lo hizo con reticencia y muy a su pesar, y percibió siempre la política como una carga y una actividad que le apartaban de su verdadera vocación, que eran los asuntos del espíritu, para los que el quehacer político no suponía sino un freno y una distracción. En septiembre de 1938 decía refiriéndose al fascismo: ¡Olvidar estos temas, olvidar estos temas! Tengo que reducirme a lo personal y a lo espiritual […]. No quiero verme involucrado en este odio ciego.[24]
, cuya última escala era Suiza, cuando le llegó la noticia desde Alemania que se le desaconsejaba volver. El 15 marzo de 1933 anota en su diario:
[26]
[28]
No era, pues, en estas fechas el exilio un deseo de Thomas Mann, sino algo que le venía impuesto por las autoridades alemanas.
El 1 de abril se refiere en su diario al boicoteo nazi contra los judíos y lo tilda de malignidad estúpida y de increíblemente bestial y absurdo
[30]
[32]
El 17 de abril 1933 anota en su diario que a su hermano Heinrich le han sido confiscados los bienes y clausurado la casa, y prosigue: […]. Hablamos […] de la necesidad de evacuar la casa de Munich, cosa que sería deseable, pero que llamaría mucho la atención e implicaría dar un paso definitivo.
[34]
[…] recrudecimiento del caso de Munich, con un manifiesto en contra mía, firmado por numerosas personas […]. Bruno Frank me trajo el canallesco documento. Sufrí un violentísimo choque de asco y horror, que me duró todo el día. Reafirmación definitiva en mi decisión de no regresar a Munich y de dedicarme con todas mis energías a realizar el proyecto de nuestro asentamiento en Basilea. […]. Frank vino a verme, y gracias a él pude dar los últimos toques, suavizando aún más mi carta, que había compuesto con calma y dignidad.
[36]
el 17 de mayo, anota con detalle cualquier dato referente a su persona, como si esto, y sólo esto, fuera a condicionar su actuación hacia su país:
[38]
[40]
; ha encontrado una casa muy hermosa y apropiada, […]. Dilema: la inseguridad y la dependencia cultural de Suiza, el silencio que tendría que imponerme, como medida de precaución, por el hecho de vivir allí, amén de que esto no garantizaría el que estuviésemos a salvo de todo peligro. […].[42]
[44]
Precisamente porque no hay cargos en contra suya, […] da usted en cierto modo la razón al gobierno si sigue fuera. Pues su alejamiento da motivos para adoptar medidas contra usted, ya que de su actitud se deducirá que usted ha tomado partido definitivamente en contra de Alemania […]. Desde la emigración es imposible juzgar bien las cosas […]. Estamos por completo a su disposición, […]. No lo piense más. […].
[46]
. A lo que Bermann Fischer se oponía argumentando que aquello significaría un ‘paso decisivo que no se le perdonará […]. Piense en los lectores alemanes que tiene usted aquí’. El libro se publicó en Berlín. Y de nuevo fue su editor quien le convenció poco después de que se distanciara de la revista antifascista del exilio Die Sammlung, publicada en Amsterdam por su hijo Klaus, lo cual proyectó, con razón, una sospechosa sombra en la biografía de Thomas Mann.
[48]
Sorprende esta recriminación por parte de alguien que había seguido una trayectoria bastante parecida y sólo pocos meses antes de estas cartas había decidido manifestarse públicamente acerca de su posición hacia su país, que además había seguido publicando con el editor por no arriesgar su fama y su prestigio y anteponer fama y prestigio a su conciencia. Y sorprende más todavía si se tiene en cuenta que Thomas Mann había escrito ese mismo año, en 1938, su ensayo Bruder Hitler (Hermano Hitler) en el que, refiriéndose a Hitler y a lo que sucedía en Alemania, manifestaba sin ambages: No puedo menos de sentir, a pesar mío, una cierta fastidiosa admiración por este fenómeno.
[50]
Y diez días después, el 20 de abril 1933, escribe: La rebelión contra el elemento judío contaría hasta cierto punto con mi aprobación si la eliminación del control de lo alemán por parte del espíritu judío no resultara tan grave para lo alemán y si los alemanes no fueran tan estúpidos de confundirlo todo y desterrarme a mí con ellos.
[52]
A partir de agosto de 1934, probablemente a raíz de una discusión con su esposa Katia
[54]
. Sin embargo no será hasta julio de este año (1934), cuando manifieste explícitamente su intención de publicarlo en el Times, lo cual hubiera representado el rompimiento oficial, público y definitivo con Alemania.
[56]
Y el miércoles, 27 de marzo de 1935 anota aún:
[58]
[60]
¿Cómo podía nadie preguntarse en estas fechas si Alemania se encontraba suficientemente madura? para tomar una iniciativa en contra de la política nazi? ¿Qué tenía que suceder más en Alemania para que Thomas Mann considerara madura la situación? ¿Y cómo se puede plantear un llamamiento moderado? La moderación no es precisamente lo que se desprende de los comentarios del autor hacia los acontecimientos nazis de su país. ¿Qué temía perder aún Thomas Mann si manifestaba públicamente su postura?
El jueves, 3 de diciembre 1936 anota: […]. Escribí una breve carta al Ministerio de Asuntos Interiores del Reich, en la que hago responsable al actual Gobierno alemán, ‘ante mis contemporáneos y la posteridad’, por ese paso que no he tenido más remedio que dar. El paso que no ha tenido más remedio que dar es probablemente la adquisición de la nacionalidad checa, a la que se refiere el 25 de diciembre siguiente con motivo de un comunicado que ha recibido de la Universidad de Bonn que me retira el título de doctor honoris causa, como consecuencia de mi pérdida de la nacionalidad alemana. – He pensado en responder.
[62]
que fue posible gracias a esa ‘expatriación’
[64]
[66]
Thomas Mann, Reden und Aufsätze 4. Obras completas en trece volúmenes, S. Fischer, Frankfurt/M., 1974.
Marcel Reich Ranicki, Thomas Mann und die Seinen, DVA, München 1987. Traducción española: Thomas Mann y los suyos, trad. de Anna Rossell, Tusquets, Barcelona, 1989
[2]
Thomas Mann: Tagebücher 1933-1934, ed. Peter de Mendelsohn, S. Fischer, Frankfurt /M., 1977, Thomas Mann: Tagebücher 1937-1939, ed. Peter de Mendelsohn, S. Fischer, Frankfurt /M., 1980,[4]
Me refiero sobre todo a la correspondencia que mantuvo con su editor: Thomas Mann, Briefwechsel mit seinem Verleger Gottfried Bermann Fischer 1932-1955, ed. Peter de Mendelssohn, S. Fischer, Frankfurt/M., 1975 –no traducidas al español- y a sus Diarios (V. notas 2 y 3). Con respecto a estos últimos Thomas Mann dejó orden escrita de que no se publicaran hasta transcurridos veinte años de su muerte.[6]
Thomas Mann, Briefwechsel mit seinem Verleger Gottfried Bermann Fischer 1932-1955. Ed. Peter de Mendessohn, S. Fischer, Frankfurt/M., 1973. Esta correspondencia con su editor Gottfried Bermann Fischer no está traducida al español.[8]
Thomas Mann, Briefe an Otto Grautoff 1894-1901 und Ida Boy-Ed 1903-1928. Ed. Peter de Mendelsohn, S. Fischer, Frankfurt /M., 1975. Esta correspondencia no está traducida al español.[10]
Entrada del viernes, 5 de enero de 1934 de los Tagebücher (Diarios), sin embargo este comentario ha sido eliminado de la correspondiente edición española.[12]
Entrada del viernes, 5 de enero de 1934, en Thomas Mann, Diarios 1918-1936, edición y traducción de Pedro Gálvez, Plaza & Janés, Barcelona, 1986, p. 178.[14]
Hermann Hesse – Thomas Mann, Briefwechsel, ed. Anni Carlsson, Suhrkamp, Frankfurt/M., 1968. En traducción española: Correspondencia Hermann Hesse Thomas Mann, introducción de José María Carandell, traducción de Juan J. del Solar, Muchnik, Barcelona, 1977.[18]
Thomas Mann, Nachträge, loc. cit., p. 470. Cita según Marcel Reich-Ranicki, op. cit., p. 50.[20]
Aunque en algún momento se dejó tentar por él, cf. su ensayo Bruder Hitler (Hermano Hitler), escrito del 4-28 de abril en su exilio de California. Edición española Hermano Hitler y otros escritos sobre la cuestión judía, trad. de Rosa Sala Rose, ed. Global Rythm Press, 2007.[22]
Thomas Mann, Reden und Aufsätze 4. Obras completas en trece volúmenes, vol. XII, p. 428[24]
Entrada del domingo, 11 de febrero de 1934 en Thomas Mann, Diarios 1918-1936, op. cit., p. 188.[26]
Entrada del miércoles, 15 de marzo de 1933 en Thomas Mann, Diarios1918-1936, op. cit., p. 138.[28]
Entrada del jueves, 23 de marzo de 1933 en Thomas Mann, Diarios 1918-1936, op. cit., p. 140.[34]
Entrada del miércoles, 3 de mayo de 1933, desde Basilea, en Thomas Mann, Diarios1918-1936, op. cit., p. 149.[36]
Entrada del lunes, 8 de mayo de 1933, desde Les Roches fleuries, en Thomas Mann, Diarios 1918-1936, op. cit., p. 150.[38]
Entrada del miércoles, 17 de mayo de 1933, en Thomas Mann, Diarios 1918-1936, op. cit., p. 153.[40]
Erika era una de las hijas de Thomas Mann, con quien el autor mantuvo muchas diferencias, sobre todo relativas a su no posicionamiento ante la política nazi.[42]
Entrada del miércoles, 2 de agosto de 1933, en Thomas Mann, Diarios 1918-1936, op. cit., p. 160.[44]
Entrada del lunes, 4 de septiembre de 1933, en Thomas Mann, Diarios 1918-1936, op. cit., p. 165.[46]
La editorial Querido fue una editorial, con sede en Amsterdam, de literatura alemana en el exilio.[48]
Thomas Mann, Briefwechsel mit seinem Verleger Gottfried Bermann Fischer 1932-1955, op. cit.[50]
Thomas Mann, Tagebücher, op. cit. Esta entrada no está recogida en la edición española de los Diarios.[52]
Entrada del miércoles, 4 de octubre de 1933, en Thomas Mann, Diarios 1918-1936, op. cit., p. 168. Este apunte es tanto más sorprendente cuanto que ya había tenido lugar la quema de libros del 10 de mayo de 1933; imposible que Mann no hubiera conocido estos hechos, si bien en esta fecha no hay ninguna alusión a la quema en su diario.[54]
Se trata del ensayo Leiden an Deutschland (Sufrimiento por Alemania), escrito en sus Diarios en los años 1933 y 1934. No existe traducción española de este ensayo.[56]
Entrada del sábado, 23 de marzo de 1935, en Thomas Mann, Diarios 1918-1936, op. cit., p. 222. El ensayo a que se refiere es Leiden und Grösse der Meister (Penalidades y grandeza de los maestros), que se publicó en la editorial Fischer en 1935. No me consta ninguna traducción española de este ensayo.[58]
Entrada del miércoles, 4 de septiembre de 1935, en Thomas Mann, Diarios 1918-1936, op. cit., p. 231.[60]
Entrada del martes, 7 de enero 1936, en Thomas Mann, Diarios 1918-1936, Ed. y traducción de Pedro Gálvez, Plaza & Janés, Barcelona, 1986, p. 239.[62]
Se refiere a la carta que envió al decano de la Universidad de Bonn en respuesta al comunicado de la Universidad sobre la retirada del título de doctor honoris causa.[64]
Entrada del viernes, 1 de enero de 1937, en Thomas Mann, Diarios 1937-1939, op. cit., p. 251[66]
Los dos volúmenes de los diarios de Thomas Mann que se publicaron en español –se anunció un tercer volumen aunque no me consta su publicación- son incompletos y han sido sometidos a una selección de las entradas del original. El editor, Pedro Gálvez, hace referencia a ello en la introducción que presenta cada uno de los volúmenes y alude exclusivamente al hecho de que en el momento de la publicación de los dos volúmenes españoles aún no había terminado de publicarse la edición de los originales alemanes y, como criterio de selección de lo ya publicado, alude únicamente a razones de reiteración y monotonía, de lo que parece desprenderse que ninguna de las entradas omitidas contenía información significativa ni reveladora. Sin embargo, he podido comprobar que, al menos en algunos casos, si se omitió información reveladora, como puede verse en algunas de las notas al pie, de mi conferencia.*
*
Publicado en: Revista Malabia, núm. 57, Barcelona, Montevideo, Buenos Aires, 2013: http://www.revistamalabia.com/index.php/archivo/67-numero-57/158-thomas-...