NUEVA RESEÑA DE ANNA ROSSELL EN "LIBELISTA" Josep Ramon Bach, "Caïm": 23-06-2016, https://www.libelista.com/…/bl…/versos-per-a-un-mon-desnonat

  • Portada del poemari de Josep Ramon Bach, Caïm

NOVA RESSENYA D'ANNA ROSSELL A LIBELISTA

Josep-Ramon Bach, Caïm: 23-06-2016, https://www.libelista.com/ca/blog/versos-per-a-un-mon-desnonat

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NUEVA RESEÑA DE ANNA ROSSELL EN "LIBELISTA"

Traducción al español (de Anna Rossell)

VERSOS PARA UN MUNDO DESAHUCIADO

Tal como nos informa el autor en las Notes i Endreces (Notas y Dedicatorias) que cierran el libro, este poemario nació "después de un encuentro fortuito con la obra inadaptada y las deformaciones violentas de la realidad humana del pintor Francis Bacon". Bajo la influencia de la obra del genial pintor irlandés y de otros como Picasso y Lucian Freud Josep Ramon Bach compone Caïm (Caín), poemario en catalán, no traducido a la lengua española. Como la obra de Bacon, los poemas de Bach (Sabadell, 1946) reflejan su inadaptación al mundo en que vive inmerso. El poemario es el reflejo de esta inadaptación, el grito rebelde, aterrador y de denuncia de quienes, como el de Eduard Munch, no puede ni quiere callar ante el dolor infringido al humano por el humano. El título es significativo; Caín -metáfora de la primera traición de la historia de la humanidad- es a la vez una delación y un retrato. El autor pone ante el mundo y ante cada uno de nosotros un espejo y, como nos dice en la Epístola al món contemporani (Epístola al mundo contemporáneo), que introduce la lectura, esto es lo que vemos: "He aquí su cadáver, un hombre sencillo que la destrucción ha hecho fuerte. Un indigno habitante de su permanente fracaso. Un fósil sangrante, que os maldice los huesos!". Los títulos anuncian sin rodeos el contenido: Mendigo, Desastre, Dolor, Agonía, Alevosía, La muerte, Yermo, Tiranía...

El espejo no nos devuelve la imagen externa de lo que se refleja según las leyes de la física, sino que hace la radiografía, nos presenta el alma. Así lo que vemos es un esperpento, la deformación grotesca de un mundo habitado por seres capaces de la maldad más sutil: Impactos de plomo / que dibujan puntos de dolor, / acribillan la vida / y rompen cuerpos anónimos / con saña / y tortura (Muro), el enloquecimiento del comportamiento humano conducido por el odio del fundamentalismo ideológico: el estrago de una muerte / vestida de oración / invadió las paradas / del viejo mercado / y la fruta madura (La muerte), la desdicha que causa la codicia que se ceba en los más indefensos: usureros / de lengua fina / y brazos de lazo corredizo / que asfixiais el mundo / en nombre de los negocios, / que el pueblo os condene / a la pena de vivir atados / dentro un saco de monedas (Juramento), la continuidad de la violencia a lo largo de la historia: el terremoto / que devastó haciendas / y rompió el subsuelo / destapó tumbas / y signos inequívocos / de la muerte antigua.//[...] y el lamento de que el aprendizaje de este descubrimiento no sea el espanto, sino la fría e infructuosa anotación de un dato; la voz poética sentencia con ironía: A corazón abierto, / los esforzados arqueólogos / dictaron sentencia. / Una justicia erudita / que tomó sentido / en los libros de Historia (Convulsión).

La conclusión de la voz poética fluctúa entre el nihilismo y la esperanza; los últimos poemas parecen querer hacer balance, y la balanza se decanta hacia el pesimismo cuando el sujeto poético sucumbe a la desesperación en el poema significativamente titulado Despedida: Estoy harto / de escribir versos / de un mundo desahuciado / donde viven mártires / en permanente suplicio./[...]/ y de construir poemas / donde todo parece posible", y seguidamente confirma este abatimiento: "Presagio un invierno / de nieves perpetuas / y una soledad terrible / entre cuerpos de hielo / [...] / sé que más allá // no habrá consuelo / las viejas palabras / ni el calor silencioso / de sus miradas./Más allá, amigos míos /, no habrá nada (Camino a ninguna parte); si bien, poco después, otro poema retorna a la palabra el poder de mantener, al menos, una brizna de fe: Los versos, / como muros de piedra picada, / edificarán los pulsos / de la razón y del sentimiento / y, en voz alta, dirán / el nombre de la vida (El poema), aunque la sonrisa de un niño se conciba como un prodigio excepcional: un niño redondo / de ojos de luna oscura / y mejillas de comer pan / renace del abismo / con camisa de polvo / y el propósito de sonrisa (Milagro) y aunque el último poema, antes del concluir, nos permita vislumbrar una cierta confianza en forma de un propósito: [...] hoy, / tengo / otro libro para escribir / y un amor para conquistar: / y la esperanza / de una nueva mirada.

Bach, prolífico poeta y dramaturgo, opta aquí por un registro tosco, descarnado y directo, con tendencia al laconismo. Siguiendo el impulso inicial de la observación de un cuadro -que el poeta subraya dando subtítulos a cada poema que imitan técnicas pictóricas-, la voz poética es preferentemente descriptiva, se limita a ilustrar y a sentenciar -raras veces invoca a alguien-. De acuerdo con la temática que trata, sigue la conocida máxima de Gabriel Celaya: Maldigo la poesía concebida como un lujo / cultural por los neutrales / que, lavándose las manos, se desentienden y evaden./
Maldigo la poesía de quien no toma partido ta mancharse.//[...]//No es una poesía gota a gota pensada./No es un bello producto. No es un Fruto perfecto./Es algo como el aire que todos respiramos / y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos
 (La poesía es un arma cargada de futuro). Una declaración de principios, que se amolda como un guante al poemario de Bach. Pero eso no justifica algunos epítetos y figuras poéticas con frecuencia demasiado previsibles y manidos.

Caïm (Caín), con prólogo de Manuel Costa Fernández, ha ganado el premio Crítica Serra d'Or de Poesía 2016.

 

 

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