EL VIAJE DEFINITIVO

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando; 
y se quedará mi huerto con su verde árbol, 
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido; 
y tocarán, como esta tarde están tocando, 
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron; 
y el pueblo se hará nuevo cada año; 
y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado, 
mi espíritu errará, nostálgico.

NUESTROS MAESTROS

QUERRÁN PONERLE NOMBRE

Ha salido a la venta la antología poética de Anna Rossell Ibern, Alma escarchada / Suflet înghețat, Editura Pim, Iasi, 2015. El libro es un compendio de poemas de sus poemarios publicados La herida en la palabra, Cuaderno de Malí, Álbum de ausencias y de Auschwitz-Birkenau. La pradera de los abedules y Os dejo mi legado por si algún día...

ARDEN LAS PÉRDIDAS

Viene el olvido

La luz hierve debajo de mis párpados.
De un ruiseñor absorto en la ceniza, de sus negras entrañas musicales,
surge una tempestad. Desciende el llanto a las antiguas celdas,
advierto látigos vivientes
y la mirada inmóvil de las bestias, su aguja fría en mi corazón.
Todo es presagio. La luz es médula de sombra: van a morir los insectos
en las bujías del amanecer. Así
arden en mí los significados.